I’m back, baby! On purpose.

 Casi 10 años,

¿Cuánto puede cambiar una persona en 10 años?

¿Para qué has vuelto?

Éste es el tiempo que ha pasado desde que escribí por primera vez, no escribí mucho la verdad, pero sí muy profundo e intenso; estos días he sentido la necesidad de volver a escribir, y al leer mis antiguos posts he visto que la nómada indecisa, una chica joven de espíritu, soñadora, romántica y risueña, sigue aquí mismo dónde la dejé, obviamente en una versión mucho más revolucionada, pero con la mismita esencia que la caracterizaba. Y eso, me ha emocionado mucho.

Cuando escribes para ti, es curioso ver que aunque pase el tiempo, los textos te evocan a esos momentos, situaciones o experiencias en las que los escribiste,

y es bonito, (yo con lo bonito me muero de amor, aunque a veces duela),

y es auténtico, de verdad, desde dentro.

En estos diez años, algo que he descubierto es que he venido al mundo a valorar y a ser consciente de las cosas bonitas que hay en él, no sé que me pasa con las cosas bonitas pero las veo por todo, una luz, un gesto, una flor, una mirada…

Alguien que conocí por el camino, me dijo un día: How cool it is to have the certainty that the Sun will come out day after day?’, que viene a ser ‘Qué guay es tener la certeza de que el Sol va a salir día tras día, ¿no?’. Y sí, creo que es una suerte, cada día tenemos la oportunidad de vivir lo que queramos vivir en 24 horas, en mi día a día intento estar muy presente con lo que pasa a mi alrededor, con lo que veo y con lo que siento, por lo que he interiorizado que cada día es una oportunidad para empezar de nuevo como si fuera mi gran mantra. Pero ese no es el tema hoy.

Esto es una declaración de intenciones en toda regla, lo que vengo a decir es que el propósito de este blog ahora es escribir sobre cosas bonitas,

quizá sobre momentos bonitos,

quizá sobre lugares preciosos y especiales,

quizá sobre sentimientos hermosos,

quizá sobre personas maravillosas,

pero principalmente será sobre la vida.

 

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Nearly 10 years,

How can a person change in 10 years?

Why do you come back?

This is time has gone through since I first wrote here, I didn’t write much, but I certainly did profoundly and intensively; these days, I had the need to write again and while reading my previous posts I realized that ‘la nómada indecisa’ a cheerful, romantic girl with a youthful spirit and a dreamer I would say, is still here where I left her, in a more revolutionized version obviously, but with the same roots and essence that characterized her. And this moved me deeply.

When you write for you, it’s interesting to see that even though time goes by, texts evoke those moments, situations or experiences you were living when you wrote them,

and it’s beautiful (and I love beauty in all its forms, even if it hurts),

and it’s authentic, real, from deep inside.

In these 10 years, something I found out was that I came to this world to appreciate and to be aware of all the beautiful things that surround us, I really don’t know what’s going on with me in that matter, but I really see beauty everywhere, in every light, every gesture, every flower, every look…

Someone I met along the way told me: ‘How cool it is to have the certainty that the Sun will come out day after day?’. And I do believe it’s cool, every day we have the opportunity to live whatever it is that we want to live for 24 hours, so in my day to day I try to be as present as I can with what goes on around me, with what I see and with what I feel, so I have embraced that every day is a new way to start again as if it was my greatest mantra. But that’s not the topic today.

This is a statement of intentions in order to set the purpose of this blog from now which is going to be to write about beautiful things,

it may be about beautiful moments or times,

it may be about precious and special places,

it may be about valuable people or animals,

it may be about wonderful feelings,

but mostly it may be about life.

Vacío

 (Debes escuchar esta canción para leer esta entrada.) Arrivals N.2 LIKE CRAZY 

 

Tú. Observas eso que antes estaba lleno, que ya no es, que ahora ya no existe. Eso que no sabes cómo llamarlo, pero que se hunde en el pecho.

A cámara lenta, ves los días pasar, uno a uno, como si todo lo que pasara delante de ti no tuviera color, no significara nada, no tuviera música ni vida; como si fuesen una serie de imágenes insustanciales de otra persona las que estuvieras viviendo; como si te hubieras subido a un carrusel del que todo se ve muy borroso. 

Aunque en realidad no te mareas, no quieres subir ni quieres bajar, no te inquietas, no te angustias, tampoco te causa ya tristeza. Crees distinguir siluetas que vagan a tu alrededor, que te hablan, que se acercan y que también se alejan, pero no importa, no despiertas.

  Ves, pero ni siquiera miras.

Nada te provoca un mísero sentimiento, una pequeña ilusión, un minúsculo entusiasmo.

No haces más que resignarte a ver el mundo pasar, el tiempo pasar, la gente pasar… Pierdes la noción del tiempo, y te preguntas cuánto durará esto, a dónde me llevará, cuándo se deshará, cuándo se desvanecerá, cuándo desaparecerá este vacío.

El arte de amar

Amar, amarme, amarte, amaros, amarnos.

Aunque siempre he pensado que el amor es un arte, muchas veces me pregunto si quizá le doy demasiada importancia; al fin y al cabo hoy en día, todos tenemos tantos proyectos personales y profesionales, que parece que si le das tanto valor al amor, es porque no tienes otras aspiraciones, o porque estás muy necesitada de cariño, o  porque has visto todas las películas habidas y por haber de Disney. Y sí, podría ser que éstas fueran algunas de esas razones, o quizá todas a la vez, o quizá ninguna, quién sabe.
La cuestión es que te miras, y ves que después de tantas desilusiones, decepciones, mentiras, después de estrellarte una y otra vez, de depositar tanta ilusión, tanta confianza, tanto tiempo y cariño en esa persona que te importa, estás dolida. Te duele el corazón, y no sabes cómo ni cuándo volverás a estar bien. Pero por alguna razón inexplicable, no quieres renunciar a ello.

Entonces te dices, puede ser que seas tonta, que estés loca, que seas demasiado apasionada, demasiado sensible, demasiado llorona, demasiado tierna, demasiado buena…

Y también puede ser que simplemente te hayas enamorado, enamorado como una loca, como nunca lo habías hecho antes, enamorado de la persona equivocada, dejándote llevar con la melena al viento, disfrutando de cada segundo que pasabais juntos, deseando que las noches no acabaran nunca, y que los encuentros llegaran pronto.

Y te duele. Te duele el corazón, te duelen los ojos, las manos, el pecho… Te duele no ver su sonrisa, no oír su voz, no sentir sus brazos, ni oler su piel. Y no te queda más remedio que resignarte a perder. Guardar todos esos sentimientos en algún lugar y esperar a que se pierdan o desaparezcan con el tiempo.

Esperar. Odio esperar. Esperar a que pase el tiempo. Esperar a que llegue el olvido. Esperar a no quererle. Esperar a querer otra cosa. Esperar a que se borre el recuerdo de su sonrisa. Esperar a olvidar su voz. Odio esperar.

Vuelves al principio, dónde habías empezado, con tu corazón hecho trizas, tu mal humor, tus ganas de nada. Pero eso sí, llena de muchísimo amor, de sensaciones extrañas y nuevas, con los sentimientos a flor de piel, habiendo experimentado un amor muy profundo y muy real. Porque no sabías que querer podía significar tanto, y que tanto eras capaz dar. Sin darte cuenta aparece para ti lo que es amar,apareces tú amando. Y ese es el gran arte del amor. Que a pesar de todo el dolor, y las cicatrices, te descubres, y ves de lo que eres capaz. Te vuelves valiente, paciente, tolerante, y sabes que ese sentimiento te sale desde las entrañas, es real, es bonito y verdadero; sabes que nunca vas a renunciar a tener la oportunidad de sentir eso de nuevo. Nunca.

Las cosas que nunca vivimos.

Durante muchos años he ido danzando por este mundo, buscándote, investigando quién podías ser,preguntándome cuándo te iba a encontrar, qué me harías sentir, cómo te iba a distinguir entre tanta gente…

De cuántos momentos únicos hemos prescindido amor, cuántas conversaciones a la luz de la luna, cuántas risas y caricias se nos han escapado…

Te prometo que no cesé en la búsqueda, me mantuve fiel a mis espejismos, buscándote ahí fuera, creyendo que estabas tan lejos…

Y creí encontrarte.

Fue entonces cuando supe que no te iba a hallar allí; en él, ni en él, ni en él tampoco.

Quizá tarde toda la vida en descubrirte, seguramente sea así. Ahora sé dónde buscar, sé dónde estás, y sé que no estás ahí fuera, sino aquí dentro. Ahora nos encontraremos de vez en cuando, o a menudo, hasta que te desnudes frente a mi, y yo frente a ti, y no podamos evitar vivir cada instante apasionadamente.

Al amor de vuestra vida.

Relato: La maldita entrevista.

Esta tarde vuelvo a casa después de recorrer media ciudad, entrevista tras entrevista, obviamente sin ningún éxito que celebrar, y ya habituada a esta rutina desde hace unos meses. Hoy, especialmente, no consigo salir de mi enfado con el sistema político español. Hoy, por primera vez en mucho tiempo, no he sabido cómo, ni he podido defender cómo quisiera a mi país. Hoy he dejado de sentirme orgullosa de lo que habita en este pedazo de tierra, y en alguno que otro más.

«Los españoles no suelen ser formales, no se esfuerzan por trabajar, y desde luego no trabajan limpio, eso debes reconocerlo», dice Marie, la jefa de personal de esta empresa a la que hasta este momento aspiro formar parte. Primero, sorprendida. Después, dudosa. Y finalmente, desconcertada. «Sí, los españoles somos un poco vagos y bastante relajados con el trabajo normalmente, eso es verdad; pero somos honrados y humildes, eso seguro», digo yo convencida. Aquí empieza una acalorada comparación sobre cómo se trabaja y cómo influye la cultura propia en los diferentes países europeos como Alemania, Inglaterra, Francia, y obviamente, España.
«Creo que el reflejo de nuestra política está influenciando injustamente en tu opinión sobre la sociedad española. Que tengamos uno de los sistemas políticos más corruptos del mundo, no significa que nuestra sociedad lo sea, nosotros intentamos mejorar, poner nuestro pequeño grano de arena», sigo insistiendo yo. «Yo sí creo que es un reflejo de la sociedad. En España, ¿cuántas personas ocupan un cargo en una empresa sólo por conocer a alguien? ¿Cuántas personas se atribuyen méritos que no tienen en un CV? ¿Cuántas empresas no abonan la totalidad de sus servicios? ¿Cuántas personas no declaran sus retribuciones? Está claro que la corrupción de este país es el resultado de los procedimientos de trabajo de los españoles durante años, dónde la profesionalidad y la honestidad ya no es valorada», afirma Marie, con una tranquilidad y una dureza que duele. «No entiendo que hago yo hablando de estos temas, debatiendo sobre política, sobre España, sobre mi gente en mi entrevista de trabajo. ¿Qué hago yo aquí? ¿Por qué estamos hablando de esto?», recapacito, le doy las gracias por la entrevista y me voy lo más compuesta que puedo.

Puede que muchos oigan estas palabras a menudo, yo no. Quizás, a veces una prefiere no oírlas. La verdad es que todo lo que ha dicho Marie, me da mucho en qué pensar. Me niego a creer que somos así. Generalizar siempre es fácil, pero de alguna forma hemos llegado a esto. Además, tampoco quiero ser hipócrita, está a la vista de todos lo que pasa detrás del telón. Lo que quiero es centrarme en avanzar, en mejorar. Este patriotismo que siento por mi país desde que tengo uso de razón tiene que servir para algo bueno. Los españoles tenemos muchísimas virtudes; somos alegres, humildes, cultos, ‘echaos pa lante’ entre muchas otras cosas. A nosotros no nos quitan lo bailao, por eso tenemos que aprovechar esa fuerza en consolidar nuestra postura de cara a todo lo que está ocurriendo.

Nunca antes una entrevista me había revuelto tanto, he sentido el regocijo con el que se apuñala por la espalda por puro placer, el placer de Marie por detallarme su maldita opinión, aprovechando su lugar de poder. Puede que me haya dicho unas cuántas verdades, o puede que no. Quizá nunca trabaje con Marie por ser yo española,o quizá trabajaré con ella sólo por sumar un granito en mi labor.

Yo quiero.

En estos tiempos que corren, el título de mi blog más que La nómada indecisa…’, sería más acertado si lo cambiase por ‘La romántica indecisa…’. Y es que una tiene ganas ya de encontrar a esa ‘persona’, a ‘The one’. Estaréis de acuerdo conmigo que cada vez es más difícil que surja una relación especial, amorosa, real, de esas que te catapultan a la luna en un abrir y cerrar de ojos, hacen que te pierdas en las nubes por un tiempo indefinido, te aceleran el corazón y te llenan de éxtasis. ¿Y por qué es tan difícil?¿Será que no tenemos ni idea de lo que queremos tanto unos como otros?

 

Pues bien, yo desde luego no tengo ni idea de lo que quieren ellos. Lo único que sé es que normalmente no nos dan lo que queremos. Pero lo que sí tengo claro, es lo que quiero yo, en nombre de casi todas las mujeres de este planeta. 

Yo quiero noches infinitas de risas, de conversaciones interesantes, de sexo, de abrazos eternos, de confesiones.

Yo quiero promesas, sorpresas y planes que se cumplan.

Yo quiero mil te quieros susurrados.

Yo quiero miradas de complicidad, de tranquilidad, de deseo, de cariño.

Yo quiero ir de la mano, viajando por la vida.

Yo quiero un lugar en primera fila.

Yo quiero detalles, escapadas inolvidables, cenas caseras, desayunos entre sábanas.

Yo quiero aventuras.

Yo quiero música en el alma, pasión en los sentimientos.

Lo más importante es saber lo que quieres, y por muy difícil que sea la búsqueda o el encuentro, nunca hay pasar por encima de nuestros deseos, porque nuestras ilusiones y nuestros sueños son de lo que estamos hechos.

Cómo consigues lo que quieres.

¿Cómo se consigue lo que nos es tan deseado? Ese trabajo, ese viaje soñado, ese estilo de vida, ese negocio tan magnífico que tienes en mente desde hace tanto tiempo… Cualquier cosa que desees conseguir, si es muy valiosa para ti seguramente no sea nada fácil.

Voy a agrupar aquí una serie de descubrimientos que se me han ido revelando con los años, supongo que es una pequeña parte de lo que se puede llegar aprender a lo largo de una vida. No soy una persona muy refranera, pero lo voy a hacer con frases populares, porque si hay una cosa que he asimilado con los años, es que los refranes son unos muy sabios consejos. Me imagino que podrían haber sido concebidos en extraordinarias reuniones de abuelitos y abuelitas dónde la finalidad fuese hacer juegos de palabras sobre sus experiencias y consejos sobre la vida…

1. ‘No se pueden pedir peras al olmo’. Lo más importante a la hora de conseguir algo, es ser realista. Podemos soñar con cualquier cosa, animal o persona, pero hay que saber lo que está fuera de nuestros límites. Nos encanta pasear por las nubes, pero NO, casarse con Leonardo Dicaprio es algo muy poco probable, así que cuánto antes lo asumas, mejor.
2. ‘Nunca es tarde’. Mientras estés vivo, estás a tiempo de empezar el proyecto que tienes en mente, viajar a ese lugar de ensueño, estudiar lo que te apetezca, disfrutar de tu pasión, amar a quien deseas.
3. ‘Quien todo lo quiere, todo lo pierde’. Céntrate. Hay que ver todas las posibilidades, pero en concreto ¿qué es lo que quieres? Lo que te hace vibrar, palpitar, sentir, temblar, amar, odiar… La avaricia rompe el saco, ahí lo dejo.
4. ‘No hay que empezar la casa por el tejado’. Investiga, sé curioso, sé avispado, empápate de todo lo que necesitas, de cómo puedes hacerlo, examina las opciones que tienes, busca los diferentes caminos posibles, emprende el rumbo en la salida, no quieras atajar.
5. ‘Ningún hombre honesto se hace rico en un momento’. Cualquier cosa que valga la pena, merecerá su tiempo de dedicación. Tiempo al tiempo, todo llega en su debido momento, y qué mejor que estar bien preparado. No te haces ‘rico’ (estar pleno, satisfecho) en dos días; para estar orgulloso, debes haberte trabajado el camino. Claro que a muchos les viene dado, pero y ¿el placer de habértelo currado tú?
6. ‘Las paredes oyen’. Pon tu atención exclusivamente en ti mismo, no critiques a los demás, eso sólo te cerrará puertas, deja que cada uno haga su camino. Ponte las sarrias como lo hacen los burros y mirada al frente, no hay que despistarse.
7. Más vale un «toma» que dos «te daré». Sé humilde y honesto, una persona de palabra, alguien en quién tu mismo podrías confiar, y desearías tener como amigo. Promete sólo lo que vas a cumplir, y actúa con lealtad a tus principios.
8. ‘El que no llora no mama’. Pide. Pide todo lo que necesites, siempre con educación y respeto, claro. Atrévete a ir a por ello, quién sabe, igual te llevas una sorpresa.
9. ‘Quién a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija’. Envuélvete de gente que te aprecie, que admires, que ames; personas que estén relacionadas con lo que quieres, de las que puedas aprender, recibir consejos. Huye de cualquier persona dañina, es una orden.
10. ‘De bien nacidos es ser agradecidos’. Da las gracias siempre, valora cada pequeña experiencia que te es regalada, ayuda a los demás desinteresadamente siempre que puedas, te lo agradecerás a ti mismo.
11. ‘El que la sigue la consigue’. Mi refrán preferido. Si te esfuerzas, y te lo trabajas, lo conseguirás. El tiempo da igual, sea en un mes, en un año o en media vida. Lo importante es que tengas claro qué es lo que quieres y tarde o temprano encontrarás la forma de llegar a ello.

Y hasta aquí mis descubrimientos. Considero que hay unas cuantas formas de llegar a ello, yo elijo el trabajo y el esfuerzo porque es lo que a mi me interesa, y lo que hace que me sienta viva y satisfecha; pero cada uno es libre de decidir y hacer con su vida lo que le de la gana.

¡Se aceptan todo tipo de comentarios!

¡Sed Felices!

 

Abandonarse a un sueño

Volvemos al mundo bloguero, que lo he echado mucho de menos y ya tenía ganas de volver. Y para el gran reestreno he decidido que voy a hablaros de la vida del artista, la vida de cualquier actor, pintor, escritor, guionista… Cualquier persona que se dedique a este mundo, y que ha decidido complicarse la vida; de una manera que la gran mayoría de la sociedad no comprende. ¿Será que los que pertenecemos a este gremio vivimos en las nubes?

Cuántos… ¿Qué haces con tu vida? ¿Vas a volver alguna vez a casa? ¿No piensas casarte y tener hijos? ¿Y una casa? ¿Todavía no tienes un trabajo estable? ¿No has salido en la tele todavía, verdad? ¿Qué piensas hacer con el trabajo, porque algo tendrás que hacer, no?

Y no es de extrañar que nuestra querida madre, familia y amigos deseen que volvamos a casa para tenernos bien cerquita, porque en parte a muchos de nosotros también nos gustaría volver. Además, seguro que nuestra abuelita disfrutaría viéndonos en un trabajo serio como Profesor o Profesora, casándonos, y pariendo unos cuantos niños.

Pero ahí es dónde empiezan las mariposas a danzar sin compasión. Hay algo, algo muy fuerte en todos los que somos llamados bohemios de la vida, y es que en un preciso chispeante instante hemos sido abandonados a un sueño, a una ilusión, a una pasión, incluso a una obsesión a veces, que lleva a indagar en este mundo, y una vez empiezas, estás perdido.

Sí sí.

Perdido.

Ya no hay vuelta atrás.

Estás atrapado en este universo creativo, dónde la imaginación vuela de un lado a otro, dónde aparecen historias y personajes increíbles, vives la magia desde muy cerca, y te enganchas a este encantamiento.

                                                    

En realidad, es normal que te vean como un chiflado, tu país desprecia tu profesión, tú trabajas una vez cada diez meses, vas a cuarenta castings, te cogen en uno, y da gracias; te pasas el día de clase en clase dejándote el poco dinero que ganas sirviendo copas en el bar de mala muerte en el que trabajas…

¡Pero lo haces! y lo haces con gusto, con muchísimo gusto, porque es tu sueño el te ha arrastrado sin que pudieras hacer nada al respecto. Y si algún día te llega la oportunidad de poder vivir de tu profesión serás un afortunado, y sino, siempre podrás volver a casa con tu abuelita y formar tu familia y hogar de ensueño.

¡’Los soñadores no pueden ser domados’ Paulo Coelho.

¿Por qué no vas a tener tú una oportunidad?

Natalia De Molina. Goya 2014 Actriz Revelación.                                                                                         Compañera del Estudio Juan Carlos Corazza.